

Luego de mucha oración y de verse hechos que parecían confirmar la voluntad Divina, el domingo 26 de marzo de 1933 se llevó a la realidad esta iniciativa.
Poco tiempo después se comenzó con reuniones semanales para los adultos, pero los hermanos llegaron a la conclusión que los vecinos eran reacios a asistir por el hecho de que estas se realizaban en una casa de familia, por lo que se resolvió alquilar un modesto salón en calle Provincias unidas.
Sin embargo sobre fines del año 1934 la luz de esta obra que comenzara tan entusiasta tuvo un notorio decaimiento, pero estos hermanos pusieron la obra ante el Señor, en poco tiempo los resultados dieron un giro esperado. “Esto resulta de dejar las riendas por completo en manos Divinas, ya que hubo un marcado incremento en las asistencias y conversiones.”
Fue entonces, el 1ro. de mayo, cuando se realizaban unas reuniones especiales de carpa, la cual ministraba el hermano Guillermo Jack, que se constituyó la iglesia de Barrio Vila, con ya 34 miembros en comunión, de los cuales 19 fueron convertidos en el lugar.
En ese momento los esposos Hogg se estaban radicando en Rosario, lo que contribuyo a la estabilización de la iglesia y quienes se identificaron con la joven congregación lo que redundó en un gran provecho espiritual.
Ya en 1939 el local de calle Provincias Unidas comienza a resultar pequeño por lo que alquilan una casa más grande, pero en 1942, dado el continuo crecimiento de la iglesia, una vez mas los lleva a cambiar de lugar de reunión, siendo este último una antigua casa, que por el tiempo y el mismo uso, dado el deterioro en que se encontraba, hizo temer a los hermanos de la precaria seguridad en la que se encontraban.
Las cosas se presentaron de forma que dada la imposibilidad de alquilar un lugar mas apropiado, se llegó a la conclusión de que se debía edificar.
Con la guía del Señor los hermanos consiguieron un terreno a solo dos cuadras de la plaza principal del barrio, proveyendo Él los fondos para dicha compra y construcción del edificio.
La labor llevo nada mas y nada menos que 18 meses. En la misma colaboraron todos los miembros de la congregación, así como también algunos hermanos de otras asambleas nuestras.
De esa forma, por tan intensa colaboración, se llego a invertir un monto mínimo en lo que se refiere a mano de obra.
La inauguración del nuevo local, cito en calle Ecuador 1275 (hoy su nueva numeración es 1171 A) contó con la presencia de aproximadamente 250 hermanos, de las iglesias de calle Salta, Barrio Ludueña, Barrio Sarmiento y también hermanos de Casilda, Santa Fe, Posta San Martín y otros puntos.
Se destaco la apreciada colaboración de los hermanos Jorge French y Nicolás Doorn, quienes aprovecharon la oportunidad para encomendar esta obra a nuestro Dios, en alabanza y ruegos para el futuro de la misma, lo cual fue completado con una interesante reseña histórica de los comienzos de la obra en Rosario y Santa Fe.
Acto seguido, representantes de las asambleas de estas ciudades hicieron entrega de pergaminos y obsequios de gratitud a los esposos Hoog, con motivo del cincuentenario de su llegada al país, por su fiel testimonio y labor entre nosotros.
Siguió a la inauguración una semana de reuniones de evangelización, colmando todos sus días el flamante local, quedando en manos del Señor la semilla sembrada.
Son sus iniciadores y colaboradores los hermanos: Federico G. Coleman (hijo), su apreciada esposa Grace H. De Coleman, Fabián Ramírez, Eliseo Manzano, Roberto Hogg y otros, quienes continuaron desplegando intensa actividad en dicha asamblea y las diferentes fases de la obra.
Le siguieron a estos muchos más, grandes y queridos hermanos, hoy ausentes, pero que en su momento lucharon por mantener pura la doctrina recibida y bien enseñada a lo largo de esta larga y productiva historia, la de nuestra asamblea en Barrio Vila.
(Texto seleccionado y adaptado del Sendero del Creyente)